Comprendemos la sorpresa e incertidumbre que puede llegar a generar entrar en la página web de una academia de idiomas y encontrarte que, en lugar de libros de texto, usan herramientas alternativas que buscan combinar la diversión con el aprendizaje, y que una de ellas es el videojuego Minecraft. «¿Pero, esto del Maincraf, de qué sirve pal inglés?». Una pregunta que tenemos muchas ganas de responder.
Minecraft es uno de los juegos más famosos del mundo, y para los entendidos es, objetivamente, uno de los mejores juegos de la historia. El motivo principal podrás deducirlo fácilmente: ¿cuándo fue la primera vez que oíste hablar de este juego? Hace ya unos añitos, ¿verdad? Y sin embargo, hoy seguimos oyendo hablar de él. Podía haber parecido una moda, pero no. Se ha convertido en un juego atemporal; un clásico. ¿Por qué? Pues, principalmente, porque cuando apareció, no existía ningún juego igual, ni siquiera parecido. Era una apuesta arriesgada: un juego que no tenía una historia a seguir, y que se no buscaba realismo en sus gráficos, sino crear un mundo infinito totalmente moldeable e interactivo.
La libertad que consiguió brindar al jugador hace que cada partida sea diferente. Actualmente, el juego cuenta con una serie de objetivos y logros que pueden (o no) servir como guía para el jugador, e incluso cuenta con un hilo a seguir y un jefe final, tras vencer al cual, se considera que te has pasado el juego. Sin embargo, incluso contando con logros y un jefe final, cada partida es diferente, porque no es necesario guiarse por ellos, y aunque los sigas, el camino que seguirás tú no será el mismo que el de otra persona. Literalmente, este juego no te lo acabas: no hay dos partidas iguales.
Pero bueno, si tuviéramos que explicar cada motivo por el cual Minecraft es una obra maestra, no terminaríamos nunca… Así que, volviendo a la pregunta inicial: ¿Por qué mezclar idiomas y Minecraft?
Para empezar, uno de los puntos fuertes de este juego es la cantidad de vocabulario que proporciona. El juego puede tener dos modos: creativo y supervivencia. En el modo supervivencia, el más conocido, tienes que intentar sobrevivir (unexpected), con todo lo que esto conlleva: construirte una casa, comer, dormir, fabricar tus propias herramientas… Cabe destacar que cada noche, si no duermes, aparecen monstruos como zombies y arañas que irán a por ti. You know, to spice things up a little bit. Para poder sobrevivir a estas condiciones, hay que tener claro el nombre de cada objeto, cada material, cada ítem, porque si no sobrevives, puedes llegar a perder todos los progresos que tanto te ha costado.
Por tanto, desde un punto de vista pedagógico, este juego cuenta con una propiedad fundamental: hace que el aprendizaje sea significativo. En otras palabras, no aprendes ni memorizas «porque sí», sin aplicarlo en situaciones reales y sin sentir realmente la necesidad de saber lo que tu profe te ha dicho que te aprendas (algo que suena ridículo, pero que es lo que se practica en la mayoría de espacios de aprendizaje del mundo, empezando por las escuelas). En Minecraft, necesitas saber cómo se llama cada cosa para sobrevivir, y eso incentiva el aprendizaje inconsciente del alumno, porque le hace entender que eso sí que va a ser útil, que sí que vale la pena recordarlo.
Y, en realidad, esta es una propiedad con la que muchos videojuegos cuentan, y que los convierte en una herramienta de aprendizaje tan valiosa. Pero es que Minecraft, además de todo esto, es un juego intuitivo, fácil de instalar, barato e increíblemente completo, y que se puede configurar en un total de 119 idiomas.
El modo creativo es otro mundo interminable, de modo que próximamente le dedicaremos otro post para explicároslo mejor.
¿Te has quedado con las ganas de aprender idiomas con Minecraft? No te preocupes, es normal… Te esperamos en Level Up Idiomes: You know where we are!